Los tres últimos presidentes del Parlamento piden un pacto social para hacer frente a la corrupción

Ayer por la tarde tuvo lugar en el rectorado de la Universitat Ramon Llull (URL) la mesa redonda ¿Qué medidas existen para afrontar la corrupción? a cargo de Núria de Gispert, presidenta del Parlamento de Catalunya, Joan Rigol; presidente del Parlamento de Catalunya de 1999 en 2003, y Ernest Benach, presidente del Parlamento de Catalunya de 2003 a 2010.
Barcelona, 19 de abril de 2013. El acto se inició con la intervención del rector de la URL, Josep M.Garrell, que recordó que esta actividad de la Cátedra ETHOS se deriva de la publicación del Codigo Ético para políticos, que tanto eco ha tenido, y que se enmarca en la manera de actuar de la URL: "en el contexto en que vivimos, la Universidad debe contribuir a dar respuesta a los grandes retos a los que como sociedad nos vemos inmersos. La llamada de la Cátedra ETHOS se sitúa dentro de este espíritu donde el papel de la Universidad es el de ágora y lugar de debate donde poder confrontar ideas ".
Francesc Torralba, director de la Cátedra ETHOS, explicó que lo que había motivado a organizar este acto fue la convicción de que la vinculación entre ética y política es esencial para la supervivencia de la misma política. En este sentido, hizo hincapié en el Código Ético elaborado por un conjunto de catedráticos y profesores de diversas universidades catalanas. Torralba subrayó que el objetivo de la mesa redonda era no centrarse sólo en un determinado ámbito de la corrupción: "Aunque los medios centran la corrupción en una esfera concreta de la sociedad, la corrupción es como una metástasis que recorre diferentes órganos del cuerpo social. No se trata sólo de pensar en clave política sino en otras más silenciadas como la cultural, la educativa, la sanitaria, la social ... ". Finalmente Torralba pidió a los tres ponentes que ayudaran a pensar cuál era la terapéutica y la prevención de este mal social.
Ernest Benach reflexionó sobre el concepto de la corrupción: "Sabemos de qué estamos enfermos pero no cómo hemos cogido la enfermedad. La corrupción es inherente a la sociedad. Hay empresarios corruptos pero no por ello la clase empresarial tiene la mala imagen que tiene la política. Hay médicos, sindicalistas o maestros que también son corruptos y nadie duda de ellos como principal valor de este país. Eso sí, en el caso de los políticos, este pecado es doble, por la responsabilidad pública que se tiene sobre otro colectivo ".
Benach dijo que, ante este cambio de paradigma que se estaba viviendo, debían ponerse en práctica nuevas medidas que facilitaran maneras de hacer diferentes: "Sólo avanzaremos como sociedad tomando decisiones drásticas, cambiando cosas que hoy se dan por ciertas y siendo conscientes de que quizás tendremos que pagar algunos que no tenemos ininguna culpa".
Benach reconoció que había mucho material valioso, como el código Ético, para definir cuál era el futuro, pero que había que pasar por cuatro puntos. Primero, la prevención vinculada a la educación: "La corrupción solo podrá ser combatida si se explica en escuelas, institutos y universidades. Es muy importante aprender matemáticas, inglés, catalán y castellano, pero también ética ". Segundo, las medidas legislativas como la Ley electoral o la Ley de transparencia que durante "treinta años no hemos sido capaces de hacer y representarían un cambio real en el que los partidos siempre han sido reacios. Tercero, un pacto político: "Todo esto no se podrá conseguir si no hay un pacto político que plantee este nuevo escenario y precisamente hoy se está haciendo mucha demagogia. Yo creo que este pacto sería fácil, sobre todo si se pensara en el bien del país por encima de otras cosas". Cuarto, complicidad social: "Para conseguirlo es necesaria una complicidad de la sociedad civil y de la opinión publicada. Si nos preocupa la calidad de nuestra democracia, el pacto político debe poder trasladar a las diferentes capas de sociedad".
Joan Rigol se centró en cómo la corrupción encaja en la situación política, la financiación de los partidos y en las diversas medidas que hay. Rigol explicó que la desafección está causada por diferentes motivos. Primero: "La gente lo está pasando mal, los políticos van a remolque del mercado y de la economía, y se justifica su rol para tener una opción respecto al bien común. Así, se percibe una abdicación fundamental del político ante esta situación actual, lo que genera este distanciamiento. Segundo: "Un político debe tener credibilidad moral porque sino lo entenderán como ejercicio burocrático del poder". Tercero: "Cada líder dice lo que le conviene a su partido, esto es lo que sale después a los medios, y es lo que genera también un escepticismo global sobre la política. Es la endogamia de los partidos políticos sobre ellos mismos ". Cuarto: "Como recogía Benach, la Ley electoral es básica para volver a identificar el compromiso personal del político con sus electores". Quinto: "El compromiso de militancia política debe ser fruto del compromiso cívico que se tenga, porque sino salen políticos profesionales y no atrapados en los problemas reales de la gente". Sexto: "Cuando entras a la política, sin darte cuenta, te sientes rodeado de jet set, es decir, hay una determinada relación que te sitúa entre un nivel de gente que vive en un estándar de vida muy elevado. Para mí, algunos casos de corrupción concreta vienen por querer parecerse al ritmo de vida en el que te encuentras". Finalmente Rigol dijo que los partidos políticos deben querer asumir una reconversión cultural de ellos mismos porque sino "los casos de corrupción se comen su tarea central e institucional".
En cuanto a la financiación, Rigol destacó que los recursos privados con que se financian los partidos políticos tienen principios de publicidad, de independencia y de topes; como por ejemplo el hecho de que las empresas que están al servicio de la administración no pueden financiar ni hacer donaciones a los partidos políticos. Rigol afirmó que se están escapando y que si se cumpliera la legislación habría mucho más control.
Rigol también habló de los partidos en campaña electoral: "Convertimos la política en producto del marketing y al ciudadano en cliente. La campaña electoral es una campaña mediática y todos contribuimos. Esto no se política. La campaña electoral debe ser un acto de implicación del ciudadano respecto a la propia política de la sociedad. El problema es que la campaña electoral mediática cuesta mucho dinero. Aquí los políticos han de poner cordura y nos han de vigilar porque tenemos tendencia a descontrolarnos ".
Rigol subrayó que estaba de acuerdo con el pacto social al que se había referido Benach y recalcó que todo político, en el momento en que hay una sombra sobre su comportamiento en referencia al bien común, debe intentar apartarse, por respeto a sí mismo. Rigol remarcó que se debe declarar el patrimonio, todo lo que se gana, y que debe estar controlado sistemáticamente, pero que le molestaba que se hiciera por la presunción de culpabilidad: "¿Por qué como político debo ser presunto culpable y he de extorsionar?. Por culpa de esto mucha gente ya no quiere entrar en la política. Se pueden poner todos los controles que sean necesarios pero la intimidad del político y su familia se debe respetar ".
Núria De Gispert inició su intervención con "una defensa en mayúsculas de la política, de la democracia parlamentaria y de las personas que se dedican" reivindicando "la minoría de personas que se dedican o se han dedicado a la política y que han saltado a la palestra y han sido condenadas". De Gispert agregó que la desafección es más bien de los políticos y no tanto de la política y puso como muestra el interés de los ciudadanos en las últimas elecciones catalanas.
De Gispert anunció que desde hace dos meses el Parlamento está trabajando en dos ponencias para redactar la propuesta de Ley electoral y la proposición de Ley transparencia y acceso a la información pública. De Gispert especificó que esta segunda ley incluirá, como capítulo final, un código ético bajo los principios de justicia, respeto, responsabilidad y honradez. La presidenta añadió que el mes de julio estarían terminadas y, a finales de año, aprobadas.
De Gispert coincidió con sus dos antecesores en cuanto a la educación y la formación, la vocación y el liderazgo humano y ético del político, el sentimiento de desafección actual, y el pacto de todos los partidos políticos y la sociedad para hacer una democracia transparente y fuerte.
Imágenes del acto | Video de la mesa redonda
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